viernes, 17 de enero de 2014

FRANCISCO DE GOYA (1746-1828)


Trabajó como pintor de bocetos para la Real Fábrica de Tapices. Son cuadros alegres por el tema representado y el colorido empleado. También es un afamado retratista de la alta sociedad y de la Corte de Carlos III y después de Carlos IV.
1ª ETAPA (1775-1791) Periodo de alegría por la vida.


Trabajó como pintor de bocetos para la Real Fábrica de Tapices. Son cuadros alegres por el tema representado y el colorido empleado. También es un afamado retratista de la alta sociedad y de la Corte de Carlos III y después de Carlos IV.

La gallina ciega:


La gallina ciega (1789) es uno de los cartones que servían como modelo para las manufacturas de la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara de Francisco de Goya y estaba destinado a la decoración del dormitorio de las infantas del Palacio de El Pardo y fue realizado poco después de que accediera al trono de España el rey Carlos IV. Se trata de la cuarta serie de cartones que Goya realizó entre 1788 y 1792, dedicados al ocio y las diversiones campestres. De este cartón se conserva un boceto previo en el Museo del Prado.







El quitasol:

   El quitasol (1777) es un cuadro de Francisco de Goya conservado en el Museo del Prado y que forma parte de la serie de cartones para la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara; en concreto, para la serie destinada a la decoración del comedor del infante Carlos, entonces Príncipe de Asturias.



La pradera de San Isidro.


La pradera de San Isidro de Goya.jpgLa pradera de San Isidro (1788) es una de las obras más comentadas y valoradas de Francisco de Goya. Se trata de un boceto pintado para una serie de cartones para tapices destinados a la decoración del dormitorio de las infantas del Palacio de El Pardo. Con la muerte de Carlos III el proyecto quedó inacabado, y el cuadro, que iba a medir siete metros y medio de longitud, quedó en este delicioso apunte. El cuadrito pasó a propiedad de los duques de Osuna hasta 1896, año en que fue adquirido por el Museo del Prado.


La vendimia:

La vendimia o El otoño es un cuadro de Francisco de Goya conservado en el Museo del Prado y que forma parte de la serie de cartones para tapices que representaban las estaciones.


RETRATOS.


EL DUQUE DE OSUNA Y SU FAMILIA 





Gaspar de Jovellanos




El lienzo recoge una escena familiar en la que don Pedro Téllez Girón,  IX duque de Osuna, amigo y mecenas de Goya, aparece junto a su esposa Josefa Alonso Pimentel y sus cuatro hijos a los que el pintor retrata con gran dulzura y cariño, fruto de la estrecha relación que tuvo con la familia.




















Gaspar Melchor de JOVELLANOS. El presente lienzo fue legado por disposición testamentaria del efigiado a Arias Saavedra, en cuya familia permaneció por espacio de varias generaciones hasta llegar a manos de un descendiente, Antonio Botija, de Madrid, quien propuso su adquisición al Prado, oferta rechazada por la Academia que, en un informe de 1877, consideró que “en el Museo Nacional había bastantes cuadros de Goya más importantes y de mérito, que el retrato de Jovellanos que cualitativamente no es lo mejor del referido autor”. En consecuencia el cuadro acabó en poder del anticuario madrileño Mariano Santamaría, de cuya colección pasó a la duquesa de las Torres. Más adelante fue de la vizcondesa de Irueste y a sus herederos se lo compró el Ministerio de Educación en 1974, destinándolo al Museo del Prado.





La condesa de Chinchón es un óleo sobre lienzo, pintado en 18001 2 por Goya, entonces en su etapa
 de madurez pictórica. Se conserva en el Museo del Prado de Madrid desde el año 2000.





















Carlos III, cazador

Retrato del rey Carlos III (1716-1788), hijo de Felipe V y de Isabel de Farnesio, poco antes de su muerte, ocurrida en Madrid el 14 de diciembre de 1788. La composición sitúa al monarca vestido de cazador, luciendo las bandas de la orden de Carlos III, de San Jenaro y del Santo Espíritu, así como el Toisón de Oro, en las tierras de caza de los reyes, bien en los alrededores de El Escorial o entre El palacio del Pardo y la sierra madrileña. Acompañado de un perro, que duerme plácidamente a sus pies, figurando en su collar la inscripción "REY Nº S.OR", sigue la tipología de los retratos de Velázquez del rey Felipe IV cazador, de su hermano el infante don Fernando y de su hijo, el príncipe Baltasar Carlos, conservados ahora en el Prado (P01184, P01186 y P01189), que Goya había copiado al aguafuerte en 1778. Junto a ellos se pudo colgar el de Carlos III, tal vez en el Palacio Nuevo o en alguno de los Sitios Reales, aunque no se tienen noticias del encargo ni de su destino primero, antes de su llegada al Museo en 1847, procedente de la colección real., figurando como copia de Goya en el catálogo de 1889. La composición se conoce asimismo por la versión de superior calidad de la colección de los duques de Fernán Núñez, existiendo varias réplicas de inferior calidad (Madrid, Argentaria, Ayuntamiento, colección Lord Mrgadade (Reino Unido).


2ª ETAPA (1792-1828). Periodo de amargura por su situación personal (sordera), y por los graves acontecimientos políticos que vive España.

Serie de grabados de los Caprichos (1797-99)







La familia de Carlos IV es un retrato colectivo pintado en 1800 por Francisco de Goya. Se conserva en el Museo del Prado de Madrid.
Goya comenzó a trabajar en los bocetos —de los que el Prado conserva cinco— en la primavera de 1800. La versión definitiva la pintó entre julio de 1800 y junio de 1801, enviando la cuenta en diciembre de 1801. Perteneció a las colecciones privadas del Palacio Real de Madrid, donde aparece en el inventario de 1814. Pasó a formar parte del recién fundado Museo del Prado en 1824, por orden del rey Fernando VII, quien aparece retratado en el cuadro.

La reina María Luisa vestida de maja. Depósito del Museo del Prado al igual que su pareja, el Retrato de Carlos IV; tiene la misma procedencia que el anterior, por lo que remitimos a los datos de información documental en él reseñados. Se recoge en el catálogo actual del Museo del Prado con el número 7.104 (antiguo 711 B).
María Luisa de Parma era hija de Felipe de Borbón, duque de Parma, y de Luisa Isabel de Francia, y nieta de Felipe V de España y de Luis XV de Francia. Nació en Parma en 1751. Se casó con su primo en 1765, en la colegiata de La Granja de San Ildefonso (Segovia), cuando ya era príncipe de Asturias. Reinó con él desde 1789 y le siguió al exilio, muriendo en Roma en 1819 unos días antes que el rey


Maja desnuda (museo del Prado).jpg

La maja desnuda es una de las más célebres obras de Francisco de Goya y Lucientes. El cuadro es una obra de encargo pintada antes de 1800, en un periodo que estaría entre 1790 y 1800, fecha de la primera referencia documentada de esta obra.1 Luego formó pareja con La maja vestida, datada entre 1802 y 1805,2 probablemente a requerimiento de Manuel Godoy, pues consta que formaron parte de un gabinete de su casa.


Maja vestida (Prado).jpg






La maja vestida es una de las obras más conocidas del pintor español Francisco de Goya. Está realizada en óleo sobre lienzo. Mide 95 cm de alto y 188 cm de ancho. Fue pintada entre 1802 y 1805. Se encuentra en el Museo del PradoMadridEspaña desde 1901,1 después de un largo periodo en la Real Academia de San Fernando.


El dos de mayo de 1808 en Madrid.jpg

El dos de mayo de 1808 en Madrid, también llamado La carga de los mamelucos en la Puerta del Sol o La lucha con los mamelucos1es, junto con El tres de mayo, uno de los cuadros más célebres de Francisco de Goya y Lucientespintor español. El cuadro, pintado en 1814 en óleo sobre tela, se encuentra en el Museo del Prado, en Madrid.




El Tres de Mayo, by Francisco de Goya, from Prado thin black margin.jpg
El tres de mayo de 1808 en Madrid (también conocido como Los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío2 3 o Los fusilamientos del tres de mayo1 ) es un cuadro del pintor aragonés Francisco de Goya terminado en 1814 que se conserva en el Museo del Prado (MadridEspaña). La intención de Goya al elaborarlo era plasmar la lucha del pueblo español contra la dominación francesa en el marco del Levantamiento del dos de mayo, al inicio de la Guerra de la Independencia Española.







Los desastres de la guerra, n.º 30: «Estragos de la guerra»














Los desastres de la guerra, n.º 5: «Y son fieras»



















Los desastres de la guerra, n.º 33: «¿Qué hay que hacer más?»










Los desastres de la guerra, n.º 74: «¡Esto es lo peor!»




















«¡Fiero monstruo!», Desastres de la guerra, n.º 81.








GOYA - Entierro de la Sardina (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1812-14).jpg







El entierro de la sardina es un cuadro de pequeño formato que pintó Francisco de Goya entre 1812 y 1819 y guarda relación con una serie de cuadros de gabinete de costumbres españolas, si bien estas están muy alejadas de los temas y la estética rococó y neoclásica de los cartones para tapices. El conjunto incluiría Corrida de toros en un puebloProcesión de disciplinantesAuto de fe de la Inquisición y Casa de locos, todos ellos fechados entre 1815 y 1819. Todos ellos son óleos sobre tabla de parecidas dimensiones (de 45 a 46 cm x 62 a 73, excepto El entierro de la sardina, 82,5 x 62) y se conservan en el museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.






Cuando Fernando VII llega a España, vuelve el absolutismo. Goya, que es un ilustrado, sufre una tremenda decepción y se retira a la Quinta del Sordo. Allí pintará la serie de Las Pinturas negras. Posteriormente su situación en España se hace insostenible, por el acoso de los absolutistas, y tiene que exiliarse a Francia (Burdeos) en 1824 hasta su muerte en 1828.


Su estilo ha cambiado radicalmente: colores negros, oscuros, rostros que son caricaturas atroces, cuerpos deformados, empleo de gruesas manchas de pintura con grumos, aplicada con los dedos. El autor EXPRESA la angustia que le produce la España absolutista de Fernando VII y una grave enfermedad que le paraliza.



Viejos comiendo sopa.jpg

Dos viejos comiendo sopa es una de las Pinturas negras que formaron parte de la decoración de los muros de la casa —llamada la Quinta del Sordo— que Francisco de Goya adquirió en 1819. Esta obra ocupaba probablemente (por el formato que tiene) el espacio de la sobrepuerta de la planta baja de la casa.


Francisco de Goya y Lucientes - Witches' Sabbath (The Great He-Goat).jpg





El cuadro El aquelarre, o El gran Cabrón, es una de las pinturas al óleo sobre revoco que conforman las llamadas Pinturas negras con que Francisco de Goya decoró los muros de su casa de la Quinta del Sordo. La serie fue pintada entre 1819 y 1823.


Francisco de Goya, Saturno devorando a su hijo (1819-1823).jpg



El cuadro Saturno devorando a un hijo es una de las pinturas al óleo sobre revoco que formó parte de la decoración de los muros de la casa que Francisco de Goya adquirió en 1819, llamada la Quinta del Sordo. Por tanto, la obra pertenece a la serie de las Pinturas negras.
Junto con el resto de ellas, fue trasladada de revoco a lienzo a partir de 1874 por Salvador Martínez Cubells, como había encargado el barón Émile d’Erlanger,1 un banquero francés, de origen alemán, que tenía intención de venderlas en la Exposición Universal de París de 1878. En 1881, d’Erlanger las cedió al Estado español, que las destinó al Museo del Prado, donde se expusieron desde 1889.











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DE PEDRO PABLO RUBENSEs un cuadro mitológico, considerado antecedente directo del Saturno devorando a un hijo de Francisco de Goya.

Saturno es una de las más dramáticas obras de Rubens. Fue pintado cuando el rey Felipe IV se lo encargó para decorar la Torre de la Paradacon escenas mitológicas inspiradas en “Metamorfosis” de Ovidio. El titán Saturno, ya advertido de que uno de sus hijos le destronaría, decidió devorarlos a todos, siendo salvado solamente uno de ellos: Zeus. El cuadro representa a Saturno desgarrando el pecho de uno de sus hijos, apoyándose en su guadaña, símbolo de la agricultura. La enorme figura del dios se recorta entre la oscuridad del fondo. La luz consigue un ambiente dramático muy barroco similar a una obra de teatro. La expresión de las figuras sitúa este lienzo entre los más impactantes del Museo del Prado, sólo comparable con el Saturno de Goya. La influencia de Miguel Ángel, que ya viene marcando las figuras del artista desde su estancia en Italia, se aprecia hasta el final
La romería de San Isidro.jpg






La romería de San Isidro es una de las Pinturas negras que formaron parte de la decoración de los muros de la casa —llamada la Quinta del Sordo— que Francisco de Goya adquirió en 1819. Esta obra ocupaba probablemente la                                                                                                pared derecha de la                                                                                                       planta baja según se entraba.



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Perro semihundido o, más simplemente, El perro, es una de las Pinturas negras que formaron parte de la decoración de los muros de la casa —llamada la Quinta del Sordo— que Francisco de Goya adquirió en 1819. La obra ocupaba un lugar a la izquierda de la puerta de la planta alta de la casa.













Goya MilkMaid.jpg

La lechera de Burdeos, es un cuadro de estilo neoclásico realizado por el pintor Francisco de Goya en 1827, durante su exilio en Burdeos,Francia, un año antes de su muerte.
La lechera de Burdeos, fue pintada en el marco de inicio del neoclasicismo, lo que marcó las últimas obras de Goya, de tendencias liberales. El viaje de Goya a Francia pudo deberse a la restauración absolutista del monarca español Fernando VII en 1823 tras el llamado Trienio Liberal. La obra está pintada en colores suaves y alegres, y el pintor tomó de modelo a las típicas lecheras decimonónicas francesas. El cuadro, independiente de cualquier regla pictórica existente hasta la fecha, ha hecho que a Goya se le considere el padre del Romanticismo.




OPINIÓN PERSONAL.



El perro enterrado en la arena. Me ha llamado la atención porque al mirarlo he visto entre los colores dorados los ojos asustados del perro. Probablemente Goya tuviese obras mucho más logradas que esta pero la sencillez expresiva de este cuadro es la que me gusta. El hecho de que el perro este enterrado y que tenga esa mirada de entre pena y miedo me lleva a pensar que lo que está pidiendo es libertad.



Dos viejos comiendo sopa. Me ha llamado la atención por el mismo motivo que la anterior, por la sencillez. Son dos siluetas situadas sobre un fondo negro y Goya no se entretiene en remarcar los rasgos de las caras. 




















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